Tuesday, October 25, 2005

Una noche en la playa

....Tenía miedo......un temor que me hacía recordar la timidez de un "te quiero" en los labios de un reciente enamorado.... sujetaba mis pensamientos con fuerza...articulándolos a la deriba....ansíaba la libertad para poder darla lo mejor de mí...en estado puro....
Así fue como cerré los ojos....sabiendo que despertearía de cara al mar.....con su gran ojo infinito y su beso a circunstancia....la llevaba un regalo...lo tenía guardado en la mirada.....
Una niebla difumina el panorama....luego luces difusas...recuerdos se entremezclan con el escenario...pensamientos reciclables.....y por fin....paz....
lo huelo....no noto...lo siento....sé que está allí y que me esperará como reflejo en el agua....
Se me escapa una sonrisa en forma de lágrima.....tan bonita vestida de magia que se me hace pecado.....
Colocando las estrellas sentada en la arena.....como habíamos quedado.....
Una efímera verguenza inicial me retenía estática en la distancia....imágen de hielo.....pero una de las dos se dio la vuelta.....y me delató entre la oscuridad y el sueño.....
Tímida fui acercándome y me senté a su lado....había dibujado un corazón en la arena....
Me preguntó....¿y ella? ¿la as traído?.....entonces la mostré el regalo con mis ojos....y collette....saludó tras ellos.....


Continuará......


Sunday, October 23, 2005

Ella....



Ella siempre decía que la vida era un sueño.
Me contaba que cada noche se asomaba a su ventana y buscaba la luna.
Se imaginaba ser rescatada de esa torre por un apuesto príncipe que la hiciera sonreír.
Me acuerdo que siempre hablaba de cuentos de hadas, de duendes, de niño/as libres, de magia…
Una vez me susurró al oído un nombre y me dijo que así era como realmente se llamaba. Escapaba de una espiral lineal para poner su toque imaginativo. Su aspecto también la delataba. Muchos colores y muchos estampados. Dos coletas, y una fiel corona ponía el toque inocente.
Se pasaba las horas imaginando.
Me gustaba verla. Era realmente bonita, esa belleza extraña que escapaba de sus ojos. La veías más por dentro que por fuera.
Su pasión era la poesía, en cualquiera de las formas en que se pudiese encontrar; el cielo, el mar, el silencio…
Hablaba de las palabras como un secreto y de los secretos como el elixir de la vida, la vida a su vez traducida en palabras. Su discurso era demasiado abstracto para entenderla desde la monotonía. Tenías que abandonar un estado físico y fundirte en su contexto.
Recuerdo que un día me dijo que odiaba los cuerpos. Que se sentía apresada en ésta envoltura tangible, pero que lo único bueno del vestido corporal era su fascinación por el sentido del tacto. La encantaba tocar y sentir, abrazar y ser abrazada.
Muchas veces tuve curiosidad por saber en qué pensaba, sobretodo cuando sus ojos miraban a un horizonte bidimensional. Una vez tuve la extraña sensación de que ella no era realmente humana, o que quizás era un sueño materializado, ese sueño que como personas todos deseamos. No sé…la verdad es que nunca pude conocerla verdaderamente, había siempre algo que se me escapaba de la razón.
Sobretodo no entendía porque lloraba sin explicación aparente. Me hacía malhumorar. Podía estar sonriendo con la más amplia felicidad y decaer en unas lágrimas asoladoras. Su llanto era como el de un niño. Fuerte y puro. Gritaba y pataleaba a veces, pero solo en la soledad. Aunque lo negara, sabía que no le gustaba llorar con gente. Supongo que se avergonzaba de ese rasgo tan humano, ella no era de aquí.
Me gustaba darle la mano, sentía una complicidad maternal hacía ella, realmente era una niña con aspecto de mujer.
Cada vez que me revelaba un secreto, no podía evitar dejar escapar una risita, que sonrojaba sus mofletes. Como la vez que me confesó que le gustaría ser una sirena, y apretaba sus piernas fuertemente por si crecía una gran cola de pez.
Sin embargo había algo que la envolvía en un manto de inseguridad. Supongo que amaba así como desconfiaba de las personas.
De todas formas creo que hasta para ella se la hacía difícil conocerse.
Lo mas asombroso, era su capacidad por disfrutar de las pequeñas cosas. En cierta ocasión me dijo que tenía cajas y cajas llenas de recuerdos. Lo guardaba todo o sino, lo escribía.
Su tesoro eran sus cuadernos. Llenos de anotaciones y escritos. Supongo que sería su vida novelada. Nunca me dejó verlos, solo en una ocasión me leyó unos párrafos. Había mucho amor en lo que escribía pero también mucho odio. Recuerdo que me intentaba explicar sus teorías. Una vez me estuvo hablado de su filosofía del “blanco y el negro”, pero se me hacía demasiado complejo como para tener un raciocinio entendible. Conjeturaba demasiado, y nunca aprobé su necesidad por complicarse en pensamientos enrevesados que la hacían entristecer. Creo que en cierto modo había algo de satisfacción en sus problemas existenciales. Quizás pensaba que la hacían diferente.
Me daba miedo dejarla sola cuando sabía que estaba llorando por dentro, porque eso significaba que tarde o temprano estallaría en un lamento en desenfreno. Luego deliraba y hablaba de cosas sin sentido, o por lo menos yo no entendía.
La verdad es que a su lado podías sentirte muy cerca y a la vez muy distante.

Sé que tenía muchos miedos, temores absurdos a mi parecer, y que contrastaban con esa fuerza y energía que radiaba en ella. Tan feliz y tan triste. Creo que en realidad no la dejaban vivir.
Me sorprendía su gran facilidad al narrar historias y cuentos, el crear un ambiente espontáneo mágico y fantástico, y sin embargo se mostraba vergonzosa o distante cuando se conversaba de temas “terrenales”. Puede que su imaginación la impidiera mezclarse demasiado en un mundo asiduo.
No sé….se me hace difícil describirla. Solo sé que me encantaba. Era una de esas personas que la ves incapaz de hacer mal a nadie, en tal caso…se lo haría a ella misma.

Y ahora…me siento muy sola. La echo de menos. Me habló de un viaje o un compromiso y se fue. Nunca le gustaron las despedidas, siempre intentaba huir de ellas. En cierto modo, sigue conmigo. Nunca se fue. La sigo sintiendo aquí.
Hay veces que la veo, en una mirada, en un espejo, en unas palabras. Somos inseparables.
Sé que volverá, esto solo es un paréntesis. Necesita pensar. Ya lo hizo muchas veces, pero creo que no tardó tanto. Y supongo que cada vez será más tiempo. Cada vez se le hace más difícil vivir.
Sabe que siempre me tendrá, aunque últimamente se quiera distanciar de mí. Yo la tengo envidia, y creo que ella me tiene miedo. Otro de sus extraños temores, entreveo.
Pero sabe que nunca la haré daño porque somos una.
La verdad creo que la necesito yo mas que ella, su libertad me encelosa, y ahora soy yo quien llora…. ¿Dónde fuiste?....¿Quieres crecer?....Vuelve Collette.


Hoy te veo tan violenta. Tan luminosa en todo tu esplendor. Tan llena de tiempo. Siempre acompañándome en estas horas solitarias y frías. Cuando las calles cierran y la ciudad duerme. Mi inspiración contrabando en la noche, y tu belleza estraperlo en la inmensidad de la nada. Un suspiro para esta dama del insomnio . Vagabundeando pensamientos en la penumbra. En la oscuridad del mundo. Y todo se hace lento y suave. Como una bocanada de musa. Te acaricio desde mis pupilas embelesadas, te beso desde mi mirada abstraída, te rozo desde mis ojos absortos. ¡¿Cómo tan bonita?!. Luz celestial, y mil cuentos de cama. Te escribo desde éstas palabras versátiles, y éstos versos volátiles en el aire. Tú mi oxígeno, el poema de la belleza eterna. Horas cómplices, entre tú, mi amante…y yo….tu sierva….amándonos en romances nocturnos, y metáforas lujuriosas. En éstas nubes sucias, manchadas en humo negro, que no me dejan verte a momentos. ¿Por qué te escondes?...a veces tan tímida en tu letargo, dormida en mi cama, descrita en mi cuaderno. Fotos palabradas.
Sólo tu y yo…. Jugando con versos. Ésta es mi vida, éste es mi sueño.
Y siempre esperándote….. como en cada anochecer, cuando el reloj cae en éste mundo irreal, y el sol se aburre de su asiduidad incorrespondida. Nada nuevo que contar. Personajes diurnos en cuerpos marionetados, con hilos en diálogos, y trapos en palabras….títeres de la vida como escena.
Una parábola, en un alma de tez oscura. Mi voz se pierde en el viento al hablarte, al seducirte, al cautivarte, al decirte que no perdono al día, por desprenderme de tu gran ojo infinito. Tan callada y silenciosa en una esfera donde el tiempo no sufre.
Te tengo tan dentro de mí, que no imagino un destino sin tu verso. Perdóname si a veces me embauco en tu pensamiento, he intento desnudarte en esencia. Perdóname si peco al observarte, tú diosa de éste Ángel negro que vive soñando. Esclava de la ambición lírica. Sólo quiero envejecer en tu sombra resplandeciente. Morir en tu argumento, ser la trama de tu obra.
Dibujada hoy en mis palabras, te inmortalizo en la narrativa que me enseñaste. Desde tu perfume y tu murmullo, desde tu estática mirada, desde tu lágrima brillantizada.
Tan solo querer empaparme de tu lluvia estrellada. Destellos intermitentes, como diamantes en su corona. Ellas, envidiosas…secretos nocturnos.
Sierva del cielo en confesión. Único en minutos lúgubres. Oscuridad para la claridad.
Tan solo la esperanza de encontrarte en mi ventana. De anunciarme otro nuevo anochecer. Y expandirme en tu beso blanco y negro. Estrofas desiertas para tu esplendor. Y mientras te contemplo, ansía de amor no correspondido, te dejo una carta en tu regazo, amparándome en canciones de amor y poemas en desdicha. ¡Cuánto desamparo en horas solas!. Y como siempre, quedamos nosotras. Tú en tu distancia, y yo en mi soñar.

Afligida y desolada… nunca tuve fortuna en tratos del corazón, y ahora…que nunca jamás me ví mas viva, siento que alguien me robó la inspiración. Que se llevó la intimidad de mis sentimientos, y me dejó desvestida en palabras. Y son suspiros de pasión y también de solicitud… ¡déjame ser libre en mi cabeza, déjame ser pájaro en mi propio interior!.

Siempre alentada de sueños y fantasías inverosímiles ¡eh, amiga!... nunca te dejé descansar. Yo, pidiendo consejo en trasnoches apagadas, y tú escuchando, desde estrellas fisgonas, que espían nuestro romance. Me compongo tan solo de sensaciones irreales, una abstracción difícil de comprender… pero ella se desliza en mi mundo como palabra en el viento. Preciosa en letras.

Nunca me abandona. A veces se convierte en mi lágrima, y otras en mi palpitar. Cuando el tiempo es matinal, y mi parte biológica se mezcla entre escenarios humanísticos. Pero ella siempre me acompaña, a pesar de que el cielo se hiciera albor.

Y de nuevo se acerca el sueño. Puedo notar como todo se adormece. Incluso las farolas luchan por mantener despiertas sus radiantes pupilas. Tan solo, el deseo y el objeto quedan en desvelo. Tan solo el espíritu y el amor.
Una niña nocturna que juega con poesías cuando las horas se hacen incertidumbre, y las sombras insinuación. La habitación permanece callada, y tan sólo el murmullo del silencio, hace que la soledad llore, por no saber en qué llorar.
La serenidad se vuelve erotismo en la danza de mi conquista, en el placer de mi descaro, en atraparte desde mis palabras, y el embrujarte desde ésta hoja anhelosa. Cómplices de mi obsesión.

Y sigues firme, serena a pesar del impudor de mi desvergüenza. Por que tan solo te quiero mía. Y los celos de compartirte, me hacen presa de un reloj noctámbulo. La noche, no nos la quitará nadie.
Bendita forma en tu máxima corpulencia. Carnes desde tu fornido rostro. Llena, llena de hermosura. Me borraría sosegada de la vida, tan solo con morirme con tu imagen.

Tú….y la noche dócil, moldeable a tus encantos. Siempre con Fe y confianza, esperanza y convicción a tu lado. Soy tan solo el embrujo de tu magia.
Incontenible cortejo que deslinda de ésta amante pasional.

El quererte, un misterio…el soñarte…mi secreto……y si estamos vivos…..¿porqué no puedo ser tu dueña o tu mi voluntad? . Atrevimiento de posesión, pero solo por amarte tanto.

Ya es tarde…el amanecer nos llama…..nuestros cuerpos desvanecen cansados, yo en mi cama, y vos en el cielo…. Hasta otra noche… donde soñemos despiertas….mi amada luna.